Descubriendo nuevos y anchos territorios,
entre tu cuerpo y mi deseo.
Te he tomado con todos mis sentidos,
infinitos universos de mi cuerpo
que se voy descubriendo a medida que
navego sin embarcación;
sólo manos,
mis manos y el mar de mis sentidos;
tus manos y tanta inquietud que me conduce
en la función cuyo único títere soy yo.
Cruceros donde ampliar el tiempo
en su rápida dimensión habitual de agujas.
Me recorres por los pasillos interiores
despojados de mentira:
pasión,
deseo y...,
repetirme en tu mirada en este instante.
Tu cuerpo sumergiéndose por entero en el mío que te recibe con su latir de sensaciones.
Sabor a mar. Sabor salado.
En fin, tu sexo.
Y voy muriéndome desde dentro.
Sangre y sudor.
Como un feto envuelto para nacer otro momento,
cubierto en sangre, sudor y vida,
reventando los sentidos y...,
la música.
Notas conducen la tarde.
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