No estas,
tras la ventana..., noche.
En mi pecho, una atadura que desanudo..., serenamente
Te pensaré mañana.
Con las oscuridad,
cualquier confusión se transformaba en maligno,
que me altera el ánima, deslizándola al gris;
alejándola de mi amado mundo de sueños
ingenios imaginarios como esa voz que no calla.
Te pensaré mañana.
Para este día, se dibuja un insólito amanecer que
abandona una sombra, también extraña,
en mis ojos.
En la mañana, mi mirada perdida.
Hoy hace un cielo precioso.
Comienzo a aceptar que no acerté,
de todas formas el cielo está lindo,
posiblemente el calorcito del sol acaricie mi piel.
Sigo completando el fruto que soy.
Giros, entradas, medidas, miedos, alegrías.
Hace 8 años
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