También a mí se me desgarra por dentro...
¿Qué creías?
Y también me muere su sabor, gusto a hambre crecida
ante la figura solitaria del espejo.
Tanta lucidez que me abandera,
y ahora..., ¡Ahora qué!
Rechazo su lenta estocada,
dolor agridulce que me estrangula la vida.
Dolor.
Agua.
Espuma
Mar.
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