miércoles, 22 de septiembre de 2010

Era imposible frenarlo


Era imposible frenarlo.
Si,
ya ha llegado.
Y lo hizo como yo lo presentía: triste, opaco, amenazador...
envuelto entre nubes oscuras...,
del color que le es propio.
¡¡Bienvenido seas otoño!!
A pesar de ese olor fin de fiesta que te cuelga a jirones.
Bienvenida la templanza que antecede tus días mojados de lluvia.
No me cabe duda que llegarás como en años antiguos:
obsequiando con un poco de sosiego, reflexión, calma,
nuevos proyectos también...,
y bastante monotonía.

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